lunes, 7 de junio de 2010

Sobre Lucio Cabañas Barrientos

En la edición del 06 de junio de 2010, LA JORNADA GUERRERO publicó el siguiente artículo:
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La compañera del guerrillero narra algunas episodios
El gobierno no logró desvirtuar fama de Lucio Cabañas: Teresa Martínez
RODOLFO VALADEZ ( Corresponsal)
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Atoyac, 5 de junio. “Aunque el gobierno federal trató de desvirtuar su imagen ante la sociedad, en realidad, la figura del profesor Lucio Cabañas dista mucho de lo que se dijo cuando encabezó la guerrilla en el estado”, afirmó Teresa Martínez Ortega, compañera del guerrillero a su paso como maestro por la escuela primaria Modesto Alarcón, en Atoyac.
Contó que cuando llegó al plantel, en 1965, él ya estaba dando clases, y un año más tarde, las autoridades educativas del estado de aquel tiempo, intentaron cambiarlo a otra escuela en Durango, lo que originó que junto con el maestro Serafín Núñez Ramos se ausentaran del municipio, “fue entonces que los que trabajábamos con él y los padres de familia de la escuela, gestionamos para que los regresaran a este plantel, porque considerábamos que fue un movimiento injusto”.
Agregó: “Lucio (Cabañas) y Serafín (Núñez) fueron reprimidos por el gobierno mediante el sector Educativo federal, porque los dos siempre se inclinaron por defender las injusticias de las que eran presa los campesinos de la región. Constantemente estaban al pendiente de lo que acontecía con los más pobres en los municipios de la Costa Grande”.
Durante una visita al zócalo de Atoyac, donde se encuentra la estatua del líder del Partido de los Pobres (PDP), la profesora de casi 60 años recordó que gracias a las peticiones de los miembros de la escuela los regresaron a su tierra natal y fue en marzo de 1967, “cuando el profesor Alberto Martínez de la primaria Juan Álvarez, le pidió que interviniera para pedir la destitución de la directora de ese mismo plantel por todas las arbitrariedades que pretendía cometer con los estudiantes, a cuyos padres les exigía una cantidad de dinero por asistir a clases”.
Y fue entonces –dijo–, cuando el 18 de mayo de ese mismo año, que durante una concentración de protesta en la plaza cívica, encabezada por él, respaldando las protestas de los inconformes, se dio la matanza de cinco padres de familia por parte de los elementos de la entonces Policía Judicial del estado, “y lo que originó que mi compañero decidiera tomar las armas e iniciar su guerrilla contra el gobierno federal, con todas las consecuencias que esto contrajo”.
Sin embargo, como docente, fue muy entregado a la enseñanza, jamás fue represivo y siempre fue dedicado a la niñez, “recuerdo que siempre le asignaron los grupos de los primeros niveles, precisamente, para que no fuera portavoz de su ideología de lucha en los alumnos de sexto o quinto año”.
A mi llegada a la Modesto Alarcón, cambiamos los grupos que nos fueron encomendados; a él le tocó el sexto año y yo el primero, “era muy buen compañero, incluso logró que a mí me dieran de comer a crédito en un establecimiento cercano al plantel, donde les pagaba una vez que recibía mi sueldo”.
Gracias a su ideología, logró democratizar a cada uno de los que formábamos parte de la planta de docentes, todos nos veíamos de la misma forma, no había jerarquías, incluso los mismos trabajadores con los directivos nos tratábamos al mismo nivel, “por lo menos, eso sucedió en el corto tiempo que estuve con él, un luchador muy humano”, resumió.
–¿Fue cierto lo que se decía de que Lucio Cabañas intentaba influir con sus ideas revolucionarias a los estudiantes?
–No es así, mi compañero tuvo la virtud de orientar a los menores a conocer la verdad, que en aquel tiempo era algo que no se indicaba en los libros oficiales, y de esa manera, los jóvenes al crecer se iban dando cuenta de la realidad actual de esa época, al tiempo de que se formaban como personas criticas.
–Eso quiere decir que dejó huella con sus enseñanzas
–Así fue, incluso muchos de sus discípulos continuaron en los movimientos sociales de protesta, exigiendo justicia al gobierno, que fue muy represivo, e igual condiciones de vida para todos. No fue algo que se intentara enseñar en las aulas al igual que una materia, tanto él como Alberto (Martínez), mostraban la realidad social, y los alumnos por sí solos formaron su criterio. Esa es la esencia de la escuela pública, darle la verdad a los educandos, para que al tener un mejor uso de conciencia se den cuenta de la realidad que vive la sociedad en nuestro país.
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Consultado en:

Acerca de don Mario Rodríguez Méndez

RECORDANDO A “MALÁN”
Raúl Méndez Díaz.
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El pasado 29 de mayo, se cumplieron 88 años del nacimiento de Don Mario Rodríguez Méndez. Fue en 1922 cuando vio por primera vez la luz de la vida en Chilpancingo, Guerrero y ahí mismo le rindió tributo a la “Madre Tierra” el 17 de agosto de 1988.
“Malán” como afectuosamente se le conocía, fue Poeta e intérprete de la música popular mexicana; era todo un deleite escucharlo declamar por su admirable inspiración, que sabía expresar con gran naturalidad acompañado muy bien por su guitarra. ¡Ha, que bien tañía su guitarra!
Su gran facilidad por hacer amistades, le hizo cultivar muchos afectos. Se distinguió por ejercer un estilo muy peculiar e inigualable en sus manifestaciones artísticas, además por la grandilocuencia de sus discursos en reuniones conmemorativas y familiares.
En su época de estudiante en el Colegio del Estado, empieza a consolidar su inclinación por la poesía y la música, teniendo como principal inspiración a la naturaleza, añorando los paisajes de Coapango, la cuna materna, donde pasó sus años de infancia, ahí en la majestuosa Sierra Madre del Sur, le arrancó a su guitarra las primeras notas musicales, que posteriormente dio a conocer bajo la sombra de su “enramada magnífica”, lugar favorito para sus tertulias bohemias, en las que hacía culto a la amistad, a la que le escribió de manera especial precisamente “Amistad” y “Mi gran tío”.
Su sensibilidad al amor y a la mujer la dejó plasmada en “Pasión de amor”, “Ofrenda”, “Primavera de amor”, “Sueño”, “Aniversario”, “Temor”, “Muñeca de carne”, “Carmelita”, “Buen viaje”, “Lejanía y “Recuerdos”.
“Mi ciudad capital”, “Laurel de mis recuerdos” y “Eucalipto” fueron los poemas con los homenajeó a su tierra natal y al Estado de Guerrero, lo hizo con “Fandango” y “Bienvenido”. Para la esperanza y el trabajo dedicó “Año del 85” y “Trapecistas del progreso”, esta última es una prosa escrita para los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad.
A la vida y a la naturaleza que tanto amaba, las evocó con “Bienvenida”, “Paisaje”, “Invierno”, “Primavera esperada”, “Espejismo primaveral”, “Balcón del Bullicio”, “Otra jornada” y su favorita: “Invitación”, bellísimo poema lleno de romanticismo, que describe la hermosura de la serranía y dice así:
“Ven a mi lecho de selvas, con sábanas de brumas, con luces de cocuyos y música de alondras.
Con el rugir de las fieras que rasgan el silencio al llamar a su amada en las noches de celo.
Te invito a mis praderas, alfombradas de lindas para que con tus manos destroces sus corolas, preguntando en sus pétalos si deveras te quiero, o te halago con frases fuera de sentimiento.
Te bañare con mieles que la luna nos brinda al pasear en trineos de la imaginación y contemplar lo bello que tienen nuestras vidas, que nos une con besos y una fuerte pasión”.
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“TODOS POR UNA MEJOR CONCIENCIA CIUDADANA.”

martes, 1 de junio de 2010

Sobre Guillermo Ramírez Ramos

En la edición del 19 de mayo de 2010, PUEBLO publicó la siguiente nota:
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Lamenta el gobierno de Guerrero el deceso del secretario general, Guillermo Ramírez Ramos
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El gobierno del estado dio a conocer el lamentable deceso del secretario general de Gobierno, Guillermo Ramírez Ramos, a causa de una complicación posoperatoria del apéndice, ocurrido la mañana de este miércoles 19 de mayo en la Ciudad de México.
A nombre de la administración estatal, Zeferino Torreblanca Galindo lamentó profundamente la pérdida y se unió a la pena que embarga a la esposa de Ramírez Ramos, Zenaida Parra Bonilla, así como a sus hijas Adriana y Cristina Ramírez Parra, a quien externó sus más sinceras condolencias.
Guillermo Ramírez Ramos fungió como secretario general de Gobierno de mayo de 2008 hasta el presente mes.
Nació en Acapulco el 10 de febrero de 1945, donde cursó sus primeros estudios. Fue egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, generación 1964-1968.
En su desempeño profesional se destaca su labor en la práctica del derecho, en el que se inició en 1965 como meritorio en el Juzgado Civil, además de su paso como abogado postulante del bufete jurídico Díaz Ortiz y Asociados en 1972 en la Ciudad de México.
Regresó a Guerrero como secretario privado del entonces gobernador del estado, Israel Nogueda Otero, en el periodo de 1971-1975.
Tuvo la responsabilidad de ser secretario general del Ayuntamiento de Acapulco en el periodo en que fue presidente municipal Zeferino Torreblanca Galindo (1999-2002).
De abril de 2005 a mayo del 2008 fungió como subsecretario de Gobierno para Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno de Guerrero.

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En la edición del 20 de mayo de 2010, DIARIO 21 publicó la siguiente nota:
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Guillermo Ramírez se adelantó
Ramón Sosamontes H.
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Guillermo Ramírez Ramos, fundador del Frente Cívico Acapulqueño, que acompañó a ese puñado de ciudadanos que hicieron posible que la izquierda dejara de estar en la oposición. Ciudadanos que con su visión amplia se conjugaron con la izquierda política y social y con ello lograron la alternancia y que el PRI dejara el poder, a fuerzas del voto. Estaba de secretario de Gobierno.
Qué triste debe estar Zeferino Torreblanca, quizá caminando por la costera o en el boulevard de las Naciones, recordando esos días cuando una y otra vez y otra se lanzó para buscar la presidencia municipal de Acapulco, hasta conquistarla. Eran pocos, pero con la política adecuada y del momento que hizo moverse a miles de guerrerenses, así es el fenómeno social y político.
De seguro recuerda cuando llegamos a apoyarlo desde el entonces presidente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, Rosario Robles como secretaria de Organización y yo como delegado en Guerrero y secretario de Relaciones Políticas. Junto con un grupo de compañeros que unimos nuestras ideas con los del Frente Cívico e hicimos posible ir derrotando al PRI, poco a poco hasta sacarlo de Casa Guerrero.
En el caminar de Zeferino de seguro pasan por su mente los momentos en que Guillermo Ramírez participo junto a Zuzuarregui, quien lo acompañó en el gobierno estatal como director de Recursos Humanos, a quien su corazón no lo ayudó y se adelantó.
Zuzua, otro de los amigos y compañeros de lucha que a fuerzas de ser zeferinista no miró en su salud. Ahí los recuerda Torreblanca unidos como eran Fernando Donoso, Gloria Sierra y Carlos Alvarez. Y junto a ellos Manuel Nava, Julio Ortega, Magaly Salinas y María Antonieta Guzmán y otros. Ahora ya no tanto, eso lo digo yo.
Torreblanca debe caminar triste, pensando, como se dieron las cosas en la política. Sus dos veces en la Cámara Federal, la primera en 1994 con un grupo como Jesús ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Javier González Garza, Rosario Ibarra, Arnoldo Martínez Verdugo, Rosario Robles, Adriana Luna Parra, René Juárez, Serafín Núñez, Píndaro Uriostegui, -quien también falleció-, Netzahualcóyotl de la Vega, Efrén Leyva, yo y un amigo que también se adelantó, Adolfo Aguilar Zinzer. Y la última rumbo a la gubernatura.
Abatido Torreblanca, debe caminar solo, ahora que palidecen las lealtades al acercarse el fin de su sexenio, recordando también a Jorge Bajos, el primero en irse de sus amigos y que aceptó acompañarlo en la alternancia desde el Partido Acción Nacional.
Lacerado el caminar de Torreblanca, con nostalgia recordando como pacto con Armando Chavarría, para que desde la Secretaria de Gobierno se ayudara a enfrentar a la estructura priista y mantener la estabilidad en el difícil y dividido PRD y esperando que fuera la fiesta de cumpleaños a la que lo invitó el propio Chavarría.
Triste para Guerrero que haya fallecido Guillermo Ramírez Ramos.

Sobre Rafael Bonilla Romero

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Rafael Bonilla: Profesor
José Gilberto Garza Grimaldo
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Mi hijo Luís Fernando, cada noche pone la alarma en mi celular para que despertemos temprano y lo lleve a la escuela. Hace algunas horas, cuando lo hacía, me dice que hay un mensaje, le pido que me lo lea, y así lo hace: “Hace como media hora falleció el maestro Bonilla”.
Recuerdo que solo expresé: ¡Carajos!
Durante varias horas no pude conciliar el sueño, más que de dolor, por la admiración que le profesaba al universitario Rafael Bonilla. Toda una vida dedicada a la Universidad Autónoma de Guerrero, le sirvió con lealtad, profesionalismo, pasión y humildad.
En Europa, la palabra” Profesor” tiene un significado de grandeza. Es decir, de jerarquía, de prestigio, de talento, de sabiduría, de respeto. Sus alumnos, en los que me incluyó, no me dejaran mentir que ese adjetivo de “Profesor”, se lo ganó a pulso nuestro amigo “Rafael Bonilla”.
Profesor de varias generaciones, hoy, muchos de ellos exitosos profesionistas, que a través del tiempo se fue construyendo una amistad-amistad.
Ya con impedimentos físicos, pero siempre con una mente lúcida y un corazón de indomable, asesoraba a varias unidades académicas en la elaboración, entre otras cosas, de su diagnóstico y plan de estudios. En varias ocasiones, por no poder ir él personalmente a las unidades académicas, acudíamos a su domicilio, donde desahogaba sus múltiples compromisos.
En la Unidad Académica de Derecho, como en la Maestría, era recibido con beneplácito, con respeto a su jerarquía, a su liderazgo. Pero además, el sabía hacerse respetar con firmeza, con carácter, con temple.
Desde hace varios años, tuve la fortuna de contar con su amistad. Tenía comunicación con la comunidad universitaria vía internet, sus mensajes eran de lectura obligatoria, de esos que calificamos de “emails buenos”.
Lo consideraba como un puente en la divulgación de eventos académicos, en virtud de que toda invitación él la socializaba entre sus contactos.
La última que le envíe, eran una invitación para la presentación del libro “Introducción al Derecho Parlamentario de la entidades federativas”, al cual me contesta “Gracias doctor”. Pero además, agrego un archivo que creí que era de los mensajes que acostumbraba mandar. Después de dos días, abrí el archivo y me doy cuenta que era un trabajo donde deja asentado su “verdad” sobre acontecimientos universitarios.
Le contesté que le agradecía me hubiera compartido su trabajo, y agregué: es interesante, duro, con cierta picardía o ironía. Le manifesté que no lo había enviado a mis contactos, porque no tenía su autorización.
Él me contestó: Gracias por sus comentarios, no lo he publicado por qué no he tenido dinero. Lo autorizo para que lo comparta entre sus contactos.
Saludos
Bonilla
No sé a quién mas se lo haya enviado, pero diré como le dije al maestro Bonilla: Ese libro va a ser un éxito en la comunidad universitaria.
Me pernito anexar, escrito que el profesor Bonilla me envió y que el elaboró con motivo de la presentación de la obra “50 años de la autonomía universitaria” del compañero Gustavo Ávila.”
Finalmente, un saludo fraternal a la Familia Bonilla Gómez. Hubiera querido terminar con la frase clásica de estos acontecimientos de “Descanse en paz”, pero conociendo al Profesor Bonilla, en donde esté, está en plena actividad y bendiciéndonos a todos, pero sobre todo, con una sonrisa en los labios.
Si como universitario fue excelso, como esposo, padre, abuelo y como amigo, fue superior.
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ANEXO
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Comentario al libro “50 Años de Autonomía Universitaria 1960-2010
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Por principio:
1. Agradezco la inmerecida deferencia del compañero Gustavo Ávila coordinador de la obra, de invitarme a presentar esta obra que resume en 17 tópicos los 50 años de vida de la UAG, de los cuales he vivido en ella, con ella y para ella 46 años de mi propia vida, disfrutando sus triunfos y doliéndome de sus errores.
2. Felicito a los coordinadores y autores de los 17 apartados que integran esta compilación que leyéndola entre líneas ayuda a entender algunos problemas internos y externos de la UAG.
Al leer “50 Años de Autonomía Universitaria 1960 - 2010” he tenido presente la recomendación de Paulo Freyre “leer no es tarea de objeto para repetir lo que los otros dicen; leer es tarea de sujeto para recrear lo leído, percibiendo el condicionamiento histórico del conocimiento contenido en el material leído”.
De Pero Grullo, tengo presente que “Nada es verdad nada es mentira todo es según el color del cristal con que se mira”, por eso me es claro que los hechos de la vida de la UAG tienen varias lecturas e interpretaciones: según como los ve e interpreta quien los vivió, según los ve quien los escribe, según los ve quien los lee.
Los apartados que contiene la obra, miran el pasado y presente de la UAG tratando de explicar de manera resumida lo que en 50 años ha sido su crecimiento y la evolución de la relación Sociedad/UAG/Gobierno. Que no es estática dado que cada actor tiene una intención condicionada por la temporalidad que es dinámica y cada etapa histórica define las características de su complejo proceso de desarrollo
La obra en conjunto permite ver que aún cuando en su origen la UAG retomó elementos estructurales y normativos de la UNAM no es copia de ella, sino que posee su propia historia rica en contenido social estimulado por las tensiones de la “guerra sucia”, de ahí derivan su lógica y plataforma de crecimiento desordenado, que la han ido configurando internamente de formas distintas en ocasiones aún antagónicas.
La obra es una ayuda interesante para quien quiera entender el fenómeno UAG, porque unos apartados de cierta manera muestran algunas antonimias ideológicas, políticas y académicas, que han provocado: Su crecimiento desordenado y La indefinición de identidad institucional en que nos encontramos sus integrantes.
Unos de sus apartados de manera discreta intentan develar los discursos del gobierno, los de los grupos políticos (y taxi grupos porque sus integrantes no llenan un vocho pero reclaman huesos) que actúan en el conglomerado UAG, para poner de manifiesto sus intenciones, cuestión compleja y difícil porque entre los juegos de palabras comunes se ocultan los sentidos y significados últimos de quien los emite.
Los apartados, rectores y docencia son transcripciones mecánicas como boletines de prensa, en el primer caso de los informes de labores de los rectores, en el segundo de las fichas técnicas de los docentes con posgrado y se omite a los docentes con licenciatura que a fin de cuentas también deben tenerla, pero no me aclara la siguiente duda ¿Aparte de engordar los expedientes para la beca al desempeño y la nómina global de la UAG, cuál es el beneficio y cambio real que se ha logrado en la vida académica de las escuelas (perdón unidades académicas) con todos los posgraduados?
Del interesante apartado “la tesis Universidad Pueblo”, que ligado a la lectura de otros, se desprende qué con la llegada del Dr. Rosalío Wences a la rectoría de la UAG la moda era ser de izquierda o fingir serlo para navegar tranquilos y tener prebendas, quien no lo era en automático se le etiquetaba de reaccionario
Como estrategia del Dr. Rosalío Wences, estaba ser popular de izquierda (porque también hay popular de derecha) en la idea de atraer a la masa estudiantil con la intención de hacer de Guerrero un estado socialista y para repercutir en los procesos electorales, incrementando la militancia política de los partidos de izquierda,
[Comentario mío fuera de la obra presentada: cuando se postuló él no logró ganar la gubernatura. Finalmente el PRD por falta de cuadros de primer nivel que impactaran la ganó con un candidato de corazón panista con el que han tenido muchas diferencias y dudas respecto al asesinato del amigo Armando Chavarría.]
Con su retórica el doctor convencía a los demás de qué él era el rector necesario y llegó a auto considerarse el gestor e intérprete indispensable de la voluntad de la UAG, de ahí sus tres reelecciones alternas y la búsqueda aún de la cuarta que le fue bloqueada por la plenaria del Segundo Congreso General Universitario. Pero fue guía de unos de sus sucesores
Como identificación de promoción publicitaria y de confrontación el Dr. Wences manejó los conceptos de educación crítica, científica, democrática y popular, adoptando como concepto operativo la “UNIVERSIDAD PUEBLO” para transformar la UAG de derecha conservadora, en una UAG de izquierda progresista y popular.
Otros apartados reflejan lo que comentaba el doctor Wences a partir de la caída del muro de Berlín y la perestroika; del error cometido al substituir de raíz en los planes de estudio a los clásicos, por el materialismo utilizando los tediosos manuales de Nikitin (el Ripalda del socialismo) que a muchos en vez de captarlos los vacunó contra el marxismo.
De varios apartados se evidencia que al mantener por inercia el modelo educativo reproductor de patrones de autoritarismo intelectual, la estratificación del conocimiento socialmente establecido y culturalmente asumido, que al hibridarse con el hacer contestatario, reivindicador político y económico dio resultados poco satisfactorios como institución educativa.
Se hace evidente qué quedó sin clarificar qué cambios estructurales y orgánicos se requerían en el modelo educativo propuesto desde 1972, en su organización administrativa, etc., para hacer realidad la universidad alternativa en lo académico; en consecuencia al dejar intacto el esquema estructural de la institución conservadora se dio origen al híbrido, al que sólo se le agregaron nuevos vicios, especialmente en procesos electorales pseudo democráticos. (El modelo vigente en nuestra normatividad es el “sugerido por SEP y ANUIES” que tampoco está acabado de comprender por la comunidad universitaria.)
Es evidente qué en el hibrido izquierda-conservador, al imbricar academia y política se tergiversaron conceptos, y se rebasaron los límites del populismo llegando a la demagogia madre del fraude académico, formando (como todo mundo sabe) en unas escuelas grupos hasta de 150 alumnos en aulas estándar CAPFCE con cupo para 40 ó 50 como eran los casos de escuelas como Comercio, Derecho, Turismo que por su aforo deciden los procesos electorales; grupos que eran atendidos por “maestros” que únicamente reconocían a unos pocos de sus alumnos, sin formación para trabajar con mega grupos, con carencia de equipo y auxiliares de enseñanza para atenderlos.
Aspectos que para obtener recursos de la SEP y SHCP de manera forzada se han tenido que cambiar, al aplicar las normas de planeación de la SEP y su agente operativo la ANUIES, para construir los Planes de Desarrollo Institucional –PDI-, PIFIS, etc.,
El autor del apartado referido a los galardonados (eméritos) refleja sin querer sus preferencias en el tratamiento a tres iguales, la presentación física en el texto es notoriamente diferente. No toca el problema de la última convocatoria con auto postulación de dos prospectos que en su soberbia desconocen la calidad ética de la comisión calificadora, anulan al compañero elegido, e impugnan el proceso. No toca por qué no se han otorgado los premios al merito universitario y al mérito académico creados el 27 de febrero de 2007
Les recomiendo compañeros que lean a conciencia la obra “50 Años de Autonomía Universitaria 1960-2010”, en ella encontrarán cuestiones interesantes de las que posiblemente no se hayan percatado pero ayudan a entender a la Universidad Autónoma de Guerrero, sus éxitos y tropiezos.
Finalmente dejo para reflexión lo siguiente
¿Porqué en 1984 el pueblo de Chilpancingo no metió en absoluto la mano para defender y apoyar a la UAG asfixiada por Reyes Heroles?
¿En la actualidad sí la FEUG viviera un movimiento similar al del 60 contaría con la entrega y cobijo de la población como lo hizo ese año?
¿Por qué maestros de la UAG y egresados de ella, envían a sus hijos y parientes a otras instituciones educativas para cursar carreras que oferta la UAG?
¿Por qué en 50 años la UAG no ha podido forjar un nuevo modo de pensar y actuar en educandos, educadores y administradores como lo demanda desde 1972 el proyecto declarado crítico, científico, democrático y popular?
Disculpen mi atrevimiento al señalar desde mi visión como aprendiz de educador, qué como consecuencia de los errores cometidos la UAG real ha promovido antivalores tales como:
1. No de ahora el concepto democracia se corrompió con el forzado clientelismo electorero, que bajo amenaza, pago$ por el voto o regalo de calificaciones ha bloqueando a los estudiantes la capacidad decisoria de sus propias convicciones.
2. El concepto libertad se deformó en libertinaje, se matan clases indiscriminadamente sin que les importe lo que dejan de aprender. En unas escuelas actos que deben ser culturales y/o académicos degeneran en francachelas en las que el alcohol corre a manos llenas, dando espectáculos bochornosos.
3. La politiquería –que no la verdadera política- y las pugnas sucias entre grupos, han corrompido a docentes y estudiantes para traficar la entrega de calificaciones, certificados y aún títulos que avalan capacidades y habilidades no enseñadas ni aprendidas. Situación que genera profesionales frustrados que reniegan de la UAG y a sus hijos los mandan a otras instituciones educativas.
4. Como consecuencia se inculca en los estudiantes corruptos el vicio de creer con cinismo y desfachatez que socialmente se tiene el derecho de recibir gratuitamente y sin esfuerzo remuneraciones y bienes no merecidos.
5. Más grave aún se ha inculcado en los estudiantes concebir que en la democracia lo no permitido les corresponde por derecho.
Compañeros gracias por su amable atención y les ruego disculpen mis imprudencias.
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Rafael Bonilla Romero
Chilpancingo Gro. A 29 de marzo de 2010
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RAFAEL BONILLA ROMERO
Miguel Ángel Parra Bedrán
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El día de ayer recibí un correo electrónico en el cual me notificaban el lamentable deceso de mi maestro Rafael Bonilla Romero. Perdonen que me refiera a Bonilla como mi maestro, cuando en realidad fue mentor de miles de estudiantes hoy profesionistas de éxito comprobado. Lo hago así porque siempre que me lo encontraba le decía: mi maestro, como está usted. El respondía con una amable sonrisa y decía: bien miguelito, bien, acá andamos dándole.
Esa figura del hombre sabio y a la vez prudente, sencillo y amable nunca se perderá en mi memoria, y estoy seguro que perdurará en el recuerdo de muchos. Rafael Bonilla nunca se mareó con sus conocimientos y no los guardó para sí. Siempre compartía lo que sabia y la manera de transmitirlos fue con gran pasión, aunque a veces, o mejor dicho siempre, exigía que el aprendiz fuere un ente comprometido con la realidad social y eso hacía que sus enseñanzas no fueran fáciles, como si la vida lo fuera.
Fue mi maestro en la Maestría en Derecho en el curso de Diseño Curricular, de la cual era gran especialista, diría que uno de los pocos que conocían a ciencia cierta los recovecos del cómo se diseña un plan de estudios y los programas de las materias. Cuando asistía a sus clases llevaba en la parte trasera del coche una caja de archivo muerto donde ponía todos los apuntes y copias que veíamos en clase, y que por supuesto, teníamos que analizar en las horas en que estaba en el grupo. Exigente con la puntualidad y nunca nos impartió una clase conferencia, al contrario, utilizaba los métodos más recurrentes de la pedagogía para hacer de la clase un momento dinámico y se comprendieran los conceptos e ideas que se nos obligaba a conocer.
Nadie como él conocía a la Universidad, por eso hacía que nuestros proyectos de programas fueren congruentes con la realidad social de nuestra región. Fue difícil pasar su materia, pero sin duda alguna supimos el cómo hacer un proyecto, sin su ayuda hubiese sido imposible. Recuerdo que llevaba un promedio excelente y en esa materia temía salir mal. Me le acerqué y le comenté mis temores acerca de sacar una baja calificación. Bonilla me dijo casi riéndose: no temas miguelito, no te va a pasar nada, cuando mucho reprobarás, pero sin duda aprenderás. Saqué un ocho a duras penas.
En efecto, el conocimiento que tenía Bonilla Romero de la Universidad de Guerrero fue completo. Sabía su historia y la política que la afecta. Se relacionó con todos los rectores y con los personajes más influyentes de la vida universitaria, siempre luchó por las causas más justas de la Universidad y en lo académico fue un pilar indiscutible.
Él puso la muestra de que sí se puede hacer política universitaria sin demérito de lo académico. En alguna ocasión mi padre el licenciado Parra Borbón (qepd) me comentó que Bonilla Romero sería una excelente opción para la rectoría de la Universidad, por supuesto que estuve de acuerdo con esta idea, pero nunca, al menos que yo sepa, Bonilla manifestó sus intenciones para lanzarse a una aventura como esa. Y digo aventura porque para ser rector en esta Universidad se necesita tener espíritu de combate político aunque se carezca de los méritos académicos, por más que ya hayan reformado la ley al respecto.
Bonilla Romero es el prototipo del buen maestro universitario. Supo distinguirse de los demás gracias a su vocación por la enseñanza y la extensión del conocimiento. Nunca cejó en la idea de que el progreso está en el conocimiento, en que es necesario reafirmar la vocación de estudio a los alumnos de esta Universidad marginada y con graves problemas estructurales de todo tipo, desde la conformación misma del objetivo hasta los generacionales de los miembros que participamos en ella; pocos en Guerrero han sabido como él estos aspectos que afectan de una u otra manera la vida universitaria.
Hace apenas unos días me envió un texto escrito por él. Confieso que no lo he terminado de leer el título de este texto es Un Vistazo al Pasado de mi Vida en la UAG. Es, una recopilación de sus experiencias en la Universidad. Alguien dice que Dios sabe lo que hace, si esto es verdad, estoy cierto de que en lo más profundo de su ser sintió que era necesario hacer una recopilación de sus memorias, lo que no sabía pero sí lo sabía Dios es que ese texto marca una despedida triunfal de esta vida, y lo hizo a su manera, teniendo como principal preocupación a la Universidad Autónoma de Guerrero.
Los universitarios de Guerrero tenemos una deuda con Bonilla Romero. Su ejemplo de honestidad y de amor por la enseñanza es incomparable. Hoy mi maestro está en otro lugar mejor que éste mundo terrenal, y seguramente estará al lado del creador dando excelentes cuentas, enseñando lo que en este mundo aprendió y contando sus experiencias llenas de vida y buen ejemplo.
Hasta luego mi Maestro, que esta Universidad a la cual usted le dedicó toda una vida, sepa homenajearlo como se debe.
Ciudad Universitaria, Junio 1 de 2010.
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