jueves, 5 de marzo de 2009

Jesús Samper Ahumada

A continuación trascribimos dos escritos dedicados al profesor universitario, Jesús Samper Ahumada, recientemente fallecido:
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Para Jesús Samper
Herminia C. Foo Kong Dejo.
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La noticia de tu muerte, tan repentina, tan inesperada cayó como un rayo. Me apostaba a leer en el autobús, aprovechando mi viaje semanal a la ciudad de México cuando Max Arturo me despertó de la rutina con la triste noticia de tu partida, apenas hace algunos días nos habíamos visto, ¡cuándo no! en una sesión más de trabajo académico.
Nos acostumbramos a ciertas personas y creemos que son eternas, como instantáneas en movimiento, cotidianas. Ése era tu caso, Jesús; fuiste un universitario incansable (cómo cuesta pensarte en pasado), viviste entregado a lo que más amabas, la Universidad Autónoma de Guerrero. Actor obligado en las actividades académicas más importantes de nuestra Casa de Estudios, era normal verte siempre con prisa, con el entusiasmo que te provocaba el trabajo universitario. Tu vocación y entrega despertaron siempre mi reconocimiento aún y cuando lunas ha apasionadamente ambos sosteníamos puntos de vista diferentes. Esta mutua pasión por el trabajo universitario nos fue acercando y las diferencias poco a poco dieron paso a las convergencias, al cálido reconocimiento del otro y la otra, a la suma de esfuerzos, al apoyo y la confianza. Me hubiera gustado preguntarte en vida si estabas preparado para este momento, saber más de ti, de tus gustos y penas, de tus pasiones y que tú supieras más de las mías, no se pudo; viviste de prisa, siempre pendiente de muchas cosas a la vez, querías multiplicarte y te faltaba tiempo y vida; así cruzábamos nuestro vértigo por aulas, corredores y auditorios de esta universidad que echará de menos tu palabra lúcida y tu alegría infantil. De esta universidad que está obligada a echar a volar la imaginación y la voluntad para hacer realidad el sueño de una nueva y grande Ciudad Universitaria, a la altura de nuestros universitarios, digna, como cualquier otra del mundo y abierta a los tiempos por venir, el sueño que tenemos algunos universitarios de a pie y que tú ampliamente compartías.
Cómo decirte, amigo mío, que lamentaré tu ausencia, como lamenté la del entrañable Renato por mencionar a un compañero destacado de nuestra institución que hace poco también se nos adelantó. Tu ritmo de trabajo aceleró tu partida -estoy segura y es para los que vivimos al filo del reloj una severa advertencia -lo comentaba con el Dr. Gilberto Garza-, pero dejó escuela para quienes hoy quedan con el compromiso del relevo.
Hemos llegado a una etapa en que los amigos y compañeros se empiezan a ir, es tiempo de valorarnos más en vida, de reflexión; de apretar el paso pero recordando que la pausa es parte de la música y prepararnos nosotros también para cuando debamos emprender el viaje o por lo menos considerarlo en nuestra agenda.
Descansa en paz, Jesús Samper Ahumada (+), compatriota, compañero y amigo. Hasta siempre.
Chilpancingo, Gro. 1 de Marzo de 2009.
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Jesús Samper Ahumada: un universitario íntegro
José Gilberto Garza Grimaldo
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Son las once de la mañana, llega a mí celular la siguiente noticia: “Acaba de fallecer un gran universitario y amigo: Jesús Samper…Herminia”
Debo de reconocer que me estremecí con tal noticia.
La Universidad Autónoma de Guerrero y los universitarios estamos de luto, ha partido físicamente un extraordinario universitario toda entrega y pundonor: Dr. Jesús Samper Ahumada.
No voy a resaltar en esta ocasión sus dotes extraordinarios de intelectual, ni de sus trabajos de investigación, sino, de su entrega total por sacar adelante a su Universidad.
Me parece que el Dr. Samper, con el respeto que siempre le profesé, fue un auténtico “obrero universitario”. Desde que lo conocí, año de 1981, siempre tuve información de su intensa actividad académica, a tal grado, de que la Doctora Herminia Foo Kong, cuando le llamé para darle las gracias por la información, me dice: “estoy convencida que en gran medida su partida se debe al intenso trabajo que tenía”.
Coincido con ella, y creo que todos sus amigos tendrán la misma opinión.
Extrañaré a mi amigo Jesús Samper Ahumada: no le veré más caminando constantemente por ciudad universitaria de evento a evento académico, de reunión a reunión de trabajo.
Creía en la superación de la Universidad Autónoma de Guerrero: por ella se esforzaba en todo momento. Todos estamos obligados a cristalizar su sueño.
Sus alumnos, amigos, compañeros de trabajo le decimos: Gracias maestro, por su amistad, sencillez, solidaridad, compañerismo.
En mi mente está su rostro alegre y sus palabras que siempre me decía al encontrarnos: ¿Qué tal Gilberto, cómo estás?
Hoy le respondería: Triste y orgulloso de haber sido tu amigo.
Esta tarde del 28 de febrero del 2009, tomando una taza de café, escuché en la radio la siguiente canción de Alberto Cortez, que me ha inflamado el corazón.
Cuando un amigo se va / queda un espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo. / Cuando un amigo se va / queda un tizón encendido / que no se puede apagar / ni con las aguas de un río. / Cuando un amigo se va / una estrella se ha perdido / la que ilumina el lugar / donde hay un niño dormido. / Cuando un amigo se va / se detienen los caminos / se empieza a revelar / el duende manso del vino. / Cuando un amigo se va / galopando su destino / empieza el alma a vibrar, / porque se llena de frío. / Cuando un amigo se va / queda un terreno baldío / que quiere el tiempo llenar / con las piedras del hastío. / Cuando un amigo se va / se queda un árbol caído / que ya no vuelve a brotar / porque el viento lo ha vencido. / Cuando un amigo se va / queda un espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo.
Tus amigos te decimos: ¡Hasta pronto!
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1 comentario:

herrcarlo dijo...

Muchas Gracias, me siento muy orgulloso de que Jesús hubiera encontrado amigos tan especiales como ustedes. Mi Nombre es Carlos Niño Samper, hijo de una hermana de el Hilda Samper, el siempre fue muy distante de su tierra por las mismas razones por la que muchos han huido de ellas, la poca sensibilidad social que no encontró en Colombia, quizá la encontró en guerrero, eso me complace. La vida en su tierra natal es difícil, por ello debió dejarla al no soportar tanta injusticia social y la opresión de un puñado de “Caciques” que no le han permitido a esta nación una vida mejor, ni la libertad de poder opinar.
Muchas gracias
carlosalbertosamper@hotmail.com