lunes, 27 de abril de 2009

Vicente Ramírez Sandoval, periodista ometepequense

Nos permitimos trascribir dos notas que aparecen en EL FARO DE LA COSTA CHICA, de Marquelia, Gro., con relación al fallecimiento del periodista ometepequense Vicente Ramírez Sandoval:

Último adiós al decano del periodismo en Costa Chica…
*Muere Don Vicente Ramírez Sandoval, a los 89 años de edad
*Durante su larga trayectoria, fundó dos periódicos en Ometepec y escribió dos libros, uno de ellos inédito hasta el momento
*Antes de su muerte, se fundó el Frente Independiente de Periodistas y Redactadores de la Costa Chica “Vicente Ramírez Sandoval. A.C”, como un homenaje en vida por su aportación al periodismo regional
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MAGALI GUZMÁN

OMETEPEC, GRO.
Este martes 21 de abril, murió en la ciudad de Acapulco, a los 89 años de edad, el decano del periodismo en la Costa Chica, Vicente Ramírez Sandoval, fundador del semanario La Voz de Ometepec.
Su cuerpo fue trasladado a su tierra natal, Ometepec, y velado en su casa, ubicada en la calle 5 de Febrero, de la cabecera municipal.
La noticia de la muerte de Don Vicente Ramírez se extendió desde el martes por la noche. Familiares, amigos, periodistas y miembros de la clase política, se presentaron a la velación o enviaron sus condolencias a la viuda y a los hijos.
Hacia las 5:00 de la tarde del miércoles 22 de abril, terminado el periodo de la velación, el cuerpo de Don Vicente fue levantado para despedirlo de su hogar, tal y como se acostumbra en esta zona. El cortejo fúnebre se detuvo además frente a la vivienda de quien fue su segunda mujer, donde también fue despedido.
Los familiares dispusieron que se oficiara una misa de cuerpo presente en la capilla de la Cruz Grande, a las 6:00 de la tarde, antes de la ceremonia de la inhumación del cadáver. Durante la homilía, el párroco habló de Dios como fuente perenne de amor, y del fundamento de la celebración de la santa misa en el caso de muerte de algún fiel.
Dijo que la misa no se hace en honor al fallecido, ni para que reviva, sino para rogar a Dios para que recuerde su promesa de la vida eterna para aquellas almas que creen en Él. “Debemos orar por nuestros fieles difuntos”, dijo el párroco.
Finalmente, roció el féretro de agua bendita y dio por concluida la eucaristía. El cortejo fúnebre, abandonó la capilla de la Cruz Grande y enfiló hacia el panteón municipal, acompañado de la tradicional música de viento.
En el camposanto, uno de los hijos de Don Vicente habló a nombre de la familia Ramírez, y agradeció a amigos, familiares y vecinos que se solidarizaron con el luto que los congrega.
El presidente del Frente Independiente de Periodista y Redactadores de la Costa Chica “Vicente Ramírez Sandoval. A.C”, Misael Damián de la Cruz, también tomó la palabra para decir que “Don Vicente fue un periodista nato, que marcó la pauta para las nuevas generaciones, y que se distinguió por su apego a las causas sociales principalmente la de los pueblos indígenas.“Hoy se nos va a un mejor camino, donde algún día todos vamos a llegar; hoy le tocó a don Vicente, mañana seremos cualquier de nosotros. Nosotros queremos decir, como periodistas, ya que somos jóvenes en este trabajo, que vimos en don Vicente a un personaje que defendió y que difundió las necesidades y los problemas sociales que han prevalecido en esta región. Uno de los mejores periodistas, y por ello nuestro frente lleva su nombre. Nosotros, como periodista, estamos obligados a seguir el sendero que nos trazó don Vicente Ramírez Sandoval. Descanse en paz”.
Sus hijos le dieron su último adios, tocando el ataúd. Mientras el féretro descendía a la fosa, la concurrencia le brindó un prolongado aplauso.
Descanse en paz Don Vicente Ramírez.
Los asistentes
En el sepelio de Don Vicente estuvieron: Antonio Atenógenes Vazquez Rodríguez, ex subcoordinador de servicios educativos de la región; Pepín Torres del Cueto, quien ha sido candidato del PRD; ex regidores; el presidente del comité del PRI municipal, Antonio González Noyola; los ex presidentes municipales, Francisco Espinoza Hilario y Jaime López Jiménez; el ex secretario general del ayuntamiento, Francisco González López; los periodistas Francelia Jáuregui, Fernando Santamaría, María Guadalupe López; Rigoberto Nájera Martínez, Magaly Guzmán y Misael Damián, Benjamín Guzmán, entre otros.
El ex presidente Mario Navarrete Gutiérrez sólo mandó una corona con flores, igual que lo hizo el presidente municipal, Efrén Adame Montalván.
Su perfil
Sólo como parte de la intensa vida de Vicente Ramírez Sandoval podemos decir que nació en 1922, fue gestor de la CDI, cuando tenía el nombre de Coordinadora Indigenista (antes también Institituto Nacional Indigenista; llegó a dominar la lengua amuzga al cien por ciento y el latín; también hablaba poco el mixteco y algunas palabras en Tlapaneco.
En 1965 introdujo la primera imprenta en Ometepec, dos años después funda La Voz de Ometepec, primer periódico que empezó a circular en la región. En 1993 fue nombrado por el entonces presidente municipal Jaime López Jiménez, como Cronista de la ciudad de Ometepec. Años después, compuso un libro de poemas, un legado de las comunidades de la Costa Chica con palabras usuales de la zona; fue delegado de comunicación social del gobierno del estado en la región de Costa Chica.
Los asistentes al sepelio comentaban que Don Vicente Ramírez siempre desempeñó su trabajo periodístico con profesionalismo “por eso siempre fue pobre”, dijo una señora; es que en sus últimos años de vida, el periodista se le vio sobreviviendo en extrema pobreza sin que las autoridades lo apoyaran, y a pesar del servicio que brindó a la ciudadanía y al gobierno mismo durante mucho tiempo.
Entre su hijos sobreviven: Tranquilino, David, Juan, Erón, Cristina, Teresa y Benjamín.
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Texto consultado el 27 de abril de 2009 en:
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Una entrevista con Vicente Ramírez, periodista de antaño y hogaño…
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*¿Tiene alguna recomendación o consejo a los periodistas? Sí, que su mensaje fuera positivo, que no procuren levantar cualquier cosa, cualquier basura, digamos, que se dice en la calle, sino que busquen la cultura, porque Ometepec necesita cultura
CORTESÍA
LA COSTA
El 17 de diciembre de 2003, Eduardo Añorve Zapata entrevistó en su domicilio al periodista Vicente Ramírez Sandoval para el semanario La Costa; con motivo del deceso de don Vicente, El Faro publica esa entrevista para ofrecer a sus lectores un momento en el que habla sobre su oficio, sobre su lugar natal, Ometepec, sobre su relación con el poder político y otros temas.
La entrevista
En su despacho me recibe don Vicente. Está “en mangas de camisa” (acudo a esta expresión impropia tal vez, pero que se ciñe más la sensación de intimidad que presencio), en medio de libros, objetos viejos, una máquina de escribir, un mapa del estado de Guerrero en relieve, fotografías, periódicos, papeles, algunas sillas.
Tiene 82 años, según dice. Se le atribuye haber iniciado el periodismo en Ometepec y en la Costa Chica. Habla con pausa, buscando entre la memoria sus recuerdos. Mira de frente y mueve las manos con parsimonia. Es respetuoso y atento. Afuera, sus familiares se preparan arreglando la casa para recibir a la Virgen. Los perros ladran. Cuando hablamos de su oficio, sonríe, junta las manos, entrecierra los ojos.
Eduardo Añorve Zapata: Don Vicente, ¿por qué el periodismo?
Vicente Ramírez Sandoval: Porque, mire, yo desde que estudiaba tenía el deseo de que en la Costa Chica, Ometepec en especial, tuviera un órgano informativo. Había habido, así, esporádicamente algunos compañeros, amigos que se dedicaron al periodismo que hicieron algo, pero no era satisfactorio. Buscaban solamente lo económico.
EA: ¿A usted no le interesaba lo económico?
VRS: Eran ellos los interesados en la cuestión económica y mi interés fue hacia la cultura. A mí no me importaba que me pagaran o no me pagaran. Era yo secretario municipal cuando comencé a hacer el periódico, un ensayo periodístico que hicimos primero. Luego creamos La Voz de Ometepec, allí trabajamos hasta principios de este año, y le paramos por algunos problemas que tuvimos, familiares, económicos también. Pero está parado, no se ha perdido.
EA: Está esperando…
VRS: Sí, está esperando. Pensamos que en los primeros meses del año que entra o a fin de este año vamos a reanudarlo.
EA: ¿Cómo ha sido todo lo que ha hecho en el periodismo?
VRS: Difícil, muy difícil, porque cuando yo comencé a editar el primer número no sabía la gente ni qué era, para qué servía el periódico. Sabían que había periodismo, pero no sabían nada. Comenzamos nosotros desde el suelo, utilizando todo lo que ganábamos, y el sueldo, para poder hacer los primeros números.
EA: ¿Cómo se mantenía usted?
VRS: Yo trabajaba de maestro, de secretario municipal, cargos, de esos cargos vivía.
EA: ¿Ha vivido del periodismo?
VRS: No, nomás me ha dejado sostenerlo, sí. Al principio tenía yo que pedir prestado, utilizar mi sueldo, ver a los amigos para que nos ayudaran a hacerlo, para pagarlo, pues.
EA: ¿Y lo ayudaban?
VRS: Sí, me ayudaban. Hay gente que tiene interés por la cultura y me ayudaban un poco. En cambio, había personas que me decían: “No, tu periódico no va a pegar aquí, mejor déjalo”. Y yo terco, que no y que no. Muchas veces tuve que poner mi sueldo para sacar el número.
EA: ¿Cuánto tiempo ha durado esa terquedad, don Vicente?
VRS: De 1967, más o menos, de ese año…
EA: Casi cuarenta años… ¿Y cómo se siente?
VRS: Satisfecho, porque logré meter el periodismo a la Costa Chica. Los primeros gobernadores me han ayudado, pero ya sobre la marcha; no lo crearon ellos, no tiene subsidio del gobierno sino solamente de nosotros mismos, porque la gente aquí me ha ayudado.
EA: ¿Cómo ha sido esa ayuda de los gobernantes?
VRS: Han sido personas que han estado en el gobierno, por el interés político.
EA: ¿A usted le interesa la política?
VRS: No.
EA: ¿Y al periódico?
VRS: ¡Cómo no! Ha trabajado con el gobierno, publicando, así, las actividades; cuando vinieron los dos gobernadores, el de Oaxaca y el de Guerrero, sacamos un número; casi todo el periódico era sobre el gobierno, y se los llevé. Me elogiaron, me dijeron que cómo en un pueblo tan… Ometepec era un pueblo pequeño, digamos, y no tenía mucha cultura. Cómo había logrado hacer el periódico. Yo tenía como ocho años ya con el periódico. No me dieron dinero, pero me prometieron ayudarme, incorporarme como delegado de comunicación social aquí en la Costa Chica. Y me nombraron, de hecho me nombraron. Y yo no le hice caso.
Yo dije: “Vengo a ver a los políticos, para ver qué nos van a decir”. Teníamos el interés de que los estados se comunicaran más, y eso le pedimos. Cuando se fue el señor gobernador, me agradeció porque habíamos estado pendientes de su gira, y posteriormente me llegó ya el nombramiento. Yo no sabía, yo no pedí nada, sino que ellos de voluntad vieron, los dos gobernadores, se pusieron, tal vez, de acuerdo.
EA: ¿Usted ha criticado a los políticos?
VRS: Sí, cuando hay motivo, sí los criticamos. Y no se me enojan. No se me enojan porque saben que yo estoy aquí y vivo los problemas, no voy así como que andar de gira o en alguna comisión, yo aquí estoy, vivo los problemas porque vivo la vida de mi pueblo. Me interesa mucho Ometepec, que suba, que se levante, que tenga cultura, que haya manera de vivir. Eso es lo que me ha interesado siempre en el periódico.
EA: ¿Y cómo sabe uno cuando hay motivos para criticar a los políticos?
VRS: Observándolos.
EA: Se estila mucho que el periodista va con el presidente municipal y le dice: “Presidente, aquí te saqué, dame”, y extiende la mano. Y si el presidente no le da, a criticarlo.
VRS: Sí, pues. No, nosotros siempre buscamos lo positivo de los gobernantes. Y sí nos ayudaron, no lo niego, voluntariamente, yo no he acostumbrado a pedirles propina o pago, sino que ellos voluntariamente.
Cuando estuvo de gobernador Rubén Figueroa, padre, el fallecido, comenzaba yo apenas a hacer el periódico y sentía el yugo de la pobreza, no podía publicarlo normalmente porque no había dinero, y me le arrimé, le dije: “Ayúdeme, quiero continuar con el periódico pero me falta dinero, me falta gente que me apoye”. Y me dijo: “No. Te apoyo si publicas la mayor parte del periódico que sean cosas del gobierno, y si no haces eso, no”. Era muy claro el señor gobernador. Y le dije: “No, no me comprometo, porque yo, mi criterio, mi propósito es dar a conocer lo bueno y lo malo. Si usted me hace alguna cosa mala aquí, lo voy a decir aunque usted se enoje”. Se rió y me dijo: “No me enojo. Di lo que quieras, yo nada más lo pongo en claro”.
EA: ¿Se han enojado con usted los políticos?
VRS: No
EA: ¿Ha tenido problemas?
VRS: Ninguno, con nadie.
EA: ¿Que le digan algo, que lo amenacen, que lo miren feo..?
VRS: …que me nieguen la ayuda. No, no ha sucedido eso, siempre he tenido mucha táctica para apretarlos. Nunca les tiro, les digo en el periódico: “Esto está mal, esto está mal”. Y luego me llaman. O me ven y me dicen: “Ya no sigas esa tónica del periódico”. Y les digo: “No la sigo si usted le para, pero si sigue haciéndolo, le sigo”. Y sí, llegamos a acuerdo.
EA: O sea, que le hacen caso…
VRS: Sí.
EA: Es importante lo que usted hace…
VRS: Sí. He logrado mucho para Ometepec. Cómo te diré, humildemente porque yo no tengo carrera o que me hayan dado algún nombramiento. Me dieron nombramiento, primero, en la comisión de salarios mínimos. Allí aprendí a conocer la Costa Chica, como era yo delegado de la comisión de salarios mínimos y tenía que recorrerla continuamente. Y me fui dando cuenta cómo era la Costa Chica. Yo como estudié en Chilapa, no conocía bien a Ometepec. Me fui chico para allá, y allá estudié, y cuando vine sólo conocía de vista, pero ya vivir, no.
EA: ¿Cómo ve a los periodistas de ahora?
VRS: Los apoyo moralmente porque sé lo que están sufriendo, lo que sufren, porque yo viví esa situación. Muchas veces iba a pedirle a algún amigo, a algún pariente o algún rico de aquí: “Ayúdame, porque me falta esto”, y me daban 50 pesos, 20 pesos.
EA: Hay algunos periódicos que salen frecuentemente, se toman las cosas con seriedad; otros salen de vez en cuando, son coyunturales…
VRS: Nada más para poder cobrar algo, pues. Tenemos al de Cruz Grande. Es un muchacho que vino aquí cuando comenzó y me dijo: “Quiero hacer un periódico”. Y le dije: “Yo te voy a ayudar en el aspecto técnico, te voy a decir cómo se hace”. Y me hizo caso; pero después se puso a cobrar y ya no me pareció. No, no se cobra. Digamos, no te vas a enriquecer con el periódico.
EA: A veces se usan los periódicos para chantajear…
VRS: Sí, y lo hacen. Ahora poco han venido periodistas. De Iguala, de Acapulco, de Chilpancingo, venían seguido, a sacar dinero nomás, a hacer un periódico o no hacerlo, a cobrar nada más.
EA: Pero, también, los políticos lo permitían y lo propiciaban, ¿no?
VRS: Pero ahora ya muy poco.
EA: ¿Hay algún político que le merezca respeto?
VRS: Sí, Cervantes Delgado, cuando ha estado de gobernante, muy serio, y comprendía las situaciones de cada quien, y ayudó al pueblo. A nosotros también. No me daba mucho dinero, pero cuando venía me regalaba algo. Era uno de los mejores gobernadores que hemos tenido.
Figueroa era muy enojón. Hablaba como cualquier plebeyo. Venía y hacía sus conferencias, se reunía la gente en el palacio y lo oían, pero él hablaba su lenguaje de ranchero, de…
EA: ¿Cómo [Vicente] Fox?
VRS: No, el lenguaje era bajo, decía disparates, mentaba la madre. Y también le daban sus golpecitos. Un día nos dijo en una reunión: “¿Por qué permitieron que la escuela mayor de Ometepec la haya ocupado la Universidad, donde están los médicos y enfermeras?”. Y le dijimos: “No. Ya le hemos dicho que la cambien, les damos otro local”. Estaba para acá, en otro lado. “Si quieren la pasamos para acá”. “No, dijo. Ahorita voy yo para allá”. Y se bajó, enojado. Y cuando regresó ya venía calmado. Dice: “No, no quiere esa gente”.
EA: ¿Lo convencieron?
VRS: Sí, lo convencieron. Las mujeres alumnas, los maestros, le cayeron. Y cuando regresó al palacio ya venía distinto.
EA: ¿Tiene alguna recomendación o consejo a los periodistas?
VRS: Sí, que su mensaje fuera positivo, que no procuren levantar cualquier cosa, cualquier basura, digamos, que se dice en la calle, sino que busquen la cultura, porque Ometepec necesita cultura. Tenemos escuelas de mucho nivel, pero no tienen cultura, hablan un lenguaje muy bajo. Eso lo digo yo en privado, si lo digo en el periódico se molestan.
EA: ¿Qué le molesta a la gente, de lo que usted dice en el periódico?
VRS: Que se diga lo malo que hacen.
EA: ¿Tiene enemigos?
VRS: No. Al contrario, el periódico La voz de Ometepec hizo adeptos. No se leía el periódico. Aquí comenzó a llegar El Trópico, un periódico de Acapulco, y yo era el corresponsal. Y me decían: “Este periódico no sirve”, y lo tiraban. Pero no, ya después comenzamos a meter cosas de aquí; Ometepec tiene mucha cultura, tiene tradiciones que a la gente le gustan. Así comenzó la lectura del periódico La Voz. Ahora me están reclamando que por qué lo paré, y lo paré por una pieza de la máquina, que se dañó, y no la puedo conseguir en México.
Nosotros estamos luchando para darle a la ciudad, a Ometepec, un medio de cultura, de educación, y a la vez, donde expresen los sentimientos, sus quejas; lo que no les parezca que lo expresen, lo publicamos. Hemos logrado corregir algunos errorcillos de los ayuntamientos, se los decimos en el periódico y, entonces, los presidentes cuando leen el periódico no me llaman, sino que me mandan un oficio y piden que se aclare, y lo hacemos, sin molestar a los lectores. Nosotros estamos por el mejoramiento de Ometepec; yo no valgo nada, el pueblo sí vale y tiene mucha cultura, nuestros antepasados fueron cultos, pero ahora no lo somos mucho.
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Texto consultado el 27 de abril de 2009 en: