lunes, 10 de octubre de 2011

Lismark, luchador radicado en Acapulco

Lamenta el ex atleta la falta de talento acapulqueño; “hace falta demasiada preparación y conocimientos sobre la lucha libre”, dice
Si naciera de nuevo, volvería a ser luchador: Lismark
HÉCTOR BRISEÑO
.
“Si volviera a nacer volvería a ser luchador”, sentenció el mítico y legendario guerrero de los cuadriláteros Lismark.
Entrevistado en Puerto Marqués, donde recibió un reconocimiento de autoridades municipales, el enmascarado acapulqueño lamentó la falta de talento local, debido a lo cual la lucha libre ha perdido atractivo en el municipio.
–¿Cómo ve la lucha libre en Acapulco?–, se le pregunta al ex atleta.
–Muy acabada… se la acabaron, a los luchadores les hace falta demasiada preparación y conocimientos sobre la lucha libre. Los luchadores de Acapulco no tienen ese atractivo para que la gente vaya a verlos.
–¿Qué opina de que se pretenda vender la Arena Coliseo de Acapulco?
–Es una lástima, es una arena con mucha tradición, con mucha historia.
–¿Qué le dejó la lucha libre?
–Muchos recuerdos y muchas satisfacciones, si volviera a nacer volvería a ser luchador, porque este deporte me dio a conocer en todo el país, hay mucha gente que me saluda todavía, a pesar que tengo 10 años sin luchar, me recuerdan en Tijuana, Monterrey, Guadalajara y México. Me piden autógrafos cuando voy a los restaurantes, por eso me siento muy agradecido.
–A usted se le conoce como uno de los grandes exponentes de Acapulco.
–Bueno eso fue parte de la promoción, Acapulco tenía mucho nombre en ese entonces, pero también yo le di más nombre porque fui 15 veces a Japón, donde gané una competencia en 1984. También fui a Canadá, Panamá y Bolivia. Fui al país el norte muchas veces, incluso me han hecho más homenajes en Los Ángeles y Chicago, que aquí en mi propio Acapulco.
Ataviado con pantalón de mezclilla y camisa azul, enfundado en su tradicional máscara azulada con bordos blancos alrededor de los ojos, Lismark calificó como “lucha de barrio” al pancracio que practican los peleadores locales, por su falta de disciplina.
El luchador originario de Llano Grande, Oaxaca, avecindado en la colonia Progreso de este puerto desde pequeño, donde incursionó en la lucha libre en 1976, subrayó que Acapulco requiere de deportistas mejor preparados, por lo que se dijo dispuesto a abrir una escuela para preparar nuevas generaciones de luchadores que tengan capacidad de pelear en cuadriláteros a nivel nacional y mundial.
– ¿Quién debe impulsar a las nuevas generaciones?
– Cada quien debe hacer lo que le corresponde, el promotor la publicidad, el luchador debe esmerarse física y técnicamente. Yo me siento con el conocimiento técnico de preparar a nuevos talentos –manifestó el luchador de 62 años, quien resaltó que las figuras del ring deben parecer, en primer lugar, gladiadores, para que la lucha libre recupere las glorias de antaño, pues los actuales exponentes, dijo, carecen de fortaleza física.
–¿Está contento con este homenaje de los marquesanos?
–Claro, estoy conviviendo con mi gente, con mis paisanos y eso me hace sentir bien.
.
Consulta en: