domingo, 15 de marzo de 2009

Acerca de Manuel Ruiz Carranco

En el periódico Diario 21 de Iguala, Gro, del 15 de marzo de 2009 aparece la siguiente entrevista, misma que trascribimos íntegramente:
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La entrevista del domingo
Manuel Ruiz Carranco
Catedrático, músico, arreglista y compositor
Por Edmundo Santana C.
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IGUALA, GRO., marzo 15.- Fue un maestro fundador del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de esta ciudad, con un talento especial para la música, herencia de su padre ya fallecido. Jubilado del magisterio, encausó su vida a la difusión y preservación del folklor mexicano en varios países del mundo. Sigue vigente en esta tarea artística y nos cuenta parte de su vida.
-Profesro Manuel ¿Cómo estás estimado amigo?
-Bien, ¿cómo te va? Has sido un gran amigo desde hace muchos años, fuiste uno de los locutores fundadores de la XEIG.
-Si desde 1960. En 1956 inicié en la KF y en 1960 en la IG, año en que se inauguró. Pero vamos a hablar del Profr. Manuel Ruíz Carranco.
-Nací en Tepecoacuilco, en la casa que está a un costado de la Iglesia, el 25 de marzo de 1930. Mis padres el Profr. Manuel Ruíz Rodríguez y la Sra. Paula Carranco Cardoso.
-A tu papá se le recuerda con cariño sobre todo en la normal de Iguala (CREN) Lo recuerdo con su banda de música que ahí formó con los normalistas y la combinaba con la banda de guerra, era una novedad en aquellos años escuchar y ver en los desfiles cívicos esa enorme banda mezclada de trombones, saxofones, tubas, clarinetes, tambora, platillos, trompetas, cornetas y tambores ejecutando las marchas que tu papá les enseñaba a los alumnos del CREN y que jamás se ha vuelto a ver algo igual en Iguala, era todo un espectáculo musical.
-Bueno, mi padre nació por el año de 1903 el 28 de marzo. A los 16 años ya tenía la facilidad, porque fue autodidacta, para tocar la flautita, luego fue el violín y como a los 18 años se hizo líder de la orquestita de señores adultos de Tepecoacuilco, entre ellos un señor Abarca, otro Marcos Camacho quien tocaba el contrabajo, Don Aurelio Ocampo tocaba la flauta, mi padre con el violín y ese grupo cubría todos los eventos religiosos, sociales, cívicos, jaripeos y estaba en misas, en los sepelios, en fin era polifasética. En 1930 más o menos llegó el internado indígena de San Gabrielito, en donde le dieron una plaza, ahí se inició como maestro de música y empezó a organizar grupos musicales en las comunidades aledañas: Tepecoacuilco, la Mohonera, Tierra Colorada, Tepaxtitlán, Pololcingo, Palapa, Zacacoyuca y en 1960 entró al Centro Regional de Enseñanza Normal en donde yo fui uno de sus alumnos.
-¿Era lírico?
-Mi padre fue autodidacta, pero sabía instrumentar, sabía escribir al dictado, sabía leer y enseñar el solfeo. Uno de sus más destacados alumnos, que incluso fue director artístico del ballet folklórico de Amalia Hernández, fue Zacarías Segura Salinas egresado de San Gabrielito, nacido en Chilacachapa, indígena puro, llegó a destacar tanto que fue al Conservatorio Nacional y con Amalia, recorrió gran parte del mundo.
Creo que yo heredé las facultades de mi padre y tuve la oportunidad de formar una orquesta que se consideró la mejor del estado de Guerrero.
Mi papá también tuvo como alumno a un clarinetista que con el tiempo llegó a ser parte de la Sinfónica Nacional.
-Hablemos de tí. ¿En dónde estudiaste desde la primaria hasta llegar al CREN?
-Mi primaria la cursé en la Escuela Primaria “Valerio Trajano” de Tepecoacuilco. La secundaria en Cuernavaca y mi preparatoria en lo que es ahora la Universidad Autónoma de Morelos. Intenté estudiar una carrera universitaria en la Facultad de Medicina pero desafortunadamente no fue posible y por la necesidad de trabajar regresé a mi tierra a trabajar como maestro en San Gabrielito, posteriormente trabajé en la secundaria de Tepecoacuilco, después fui director de la Secundaria “José Agustín Ramírez Altamirano” de Buenavista de Cuéllar. Tuve la satisfacción de ser maestro fundador del CREN de Iguala. Llegué a la UAG como director de la Escuela Normal Superior, jefe del Departamento Técnico, di clases en la Escuela de Pedagogía.
Mi carrera de Profr. ha sido satisfactoria porque tuve la oportunidad de recibir el reconocimiento presidencial y la medalla “Ignacio Manuel Altamirano”.
-Platícame de tus experiencias como docente.
-Llegué a ser profesor investigador de Enseñanza Normal con Categoría “B”. creo que me hice maestro en el CREN de Iguala, un bellísimo centro en donde estuve de 1960 a 1964 y posteriormente en 1970–1971, ahí tuve una gran enseñanza. Estudié para ser maestro de español y en el CREN me designaron clases en Didáctica General, Ciencia de la Educación, Técnica en la Enseñanza y dicen que si quieres aprender, enseña. Así aprendí a ser maestro, pero creo que en ese tiempo había una mística extraordinaria, pues todos los maestros que en el CREN se formaron, siguen recordando a ese CREN maravilloso. Guardo en mi casa un diploma con la imagen del CREN y con el nombre de cada uno de los alumnos de un grupo que para mi son una gran presea pues siento que es un reconocimiento muy especial. No olvido también a Ayotzinapa en donde estuve 3 meses como director.
-Dicen que el CREN de ahora ya no es el de ayer. ¿Tú que opinas?
-Bueno es que ayer fueron distintas circunstancias sociales, económicas, políticas, etc. En aquel tiempo nosotros vinimos a cubrir una etapa del Plan de Once años que el presidente López Mateos creó por conducto de Don Jaime Torres Bodet, un excelente secretario de Educación Pública y nos dieron los recursos a 2 centros gemelos: ciudad Guzmán, Jalisco e Iguala, Guerrero. Recibimos el apoyo pedagógico, para materiales, las becas, trabajadoras sociales y sobre todo plazas para todos los egresados no importando cuántos eran. En la actualidad, ya no hay plazas para todos, la beca ya no les alcanza, el apoyo presupuestal ya no es el mismo, en fin son otras circunstancias que repercute en los alumnos y que hace que ya no se sientan a gusto. Tú conociste al CREN de 1960 y posteriormente fuiste maestro de ahí y estarás de acuerdo en lo que digo. Las cosas han cambiado.
-¿Dónde termina tu carrera de docente?
-No ha terminado, porque manejo la música y soy maestro, tengo grupos de música. La docencia oficial termina en 1991 cuando me jubilo, ahora me dedico a esta parte del arte. Además he tenido participación política: fui líder de la Sección XIV en la cartera de Organización, tuve la oportunidad de ser secretario de Organización del PRI a nivel estatal y diputado local de la XLV Legislatura por Taxco.
-¿Y la orquesta Ritmo Rojo?
-Eran los tiempos de las grandes bandas de música, todavía no existían esos grandes equipos de muchos micrófonos, de bases y grandes bocinas. Tocábamos con 5 saxofones, 4 trompetas, 3 trombones, es decir aquello era una banda, tocábamos música estándar, arreglos míos, en fin, fue la mejor orquesta de Guerrero. Hubo más orquestas en Iguala: la Darling, la Bohemia, la de los chinos en Acapulco, pero la Ritmo Rojo era la mejor. Alternamos con las mejores Orquestas de México en los bailes de la Plata, en los bailes de los Rotarios de Iguala, Club de Leones, Fiesta Guerrerense en México, en el jardín Cerveza Corona y muchos más. Para mi Taxco, Iguala y Chilpancingo fueron nuestras plazas mejores y en donde tuvimos los grandes apoyos de grandes amigos, tu fuiste uno de ellos, el Profesor Samuel Garrido, Fernando Alonso y en Ing. Manuel Arias de la agencia Carta Blanca en aquel entonces. Esa orquesta se desbarató en 1960 más o menos cuando me vine al CREN de Iguala o era músico o era maestro.
-Cuando me jubilé en 1991 tuve la oportunidad de organizar en México un conjunto versátil pero ya con música electrónica y todo lo demás, pero pronto me di cuenta que allá había mucha competencia y que hay que cargar bafles y otras cosas más que el conjunto necesitaba.
-En 1985 me fui como trompetista con un grupo Folklórico Magisterial de la SEP a Francia en donde estuvimos 3 meses y me di cuenta de la importancia que tenía el llevar nuestro Folklor a otros países en donde era bien aceptado. En esa ocasión dejamos amigos y batallando un poco logramos hacer una segunda gira en el año de 1993 y fuimos a Inglaterra, Francia, Bélgica y Alemania y en el 98 nos tocó estar en el Mundial de Futbol en Francia, después estuvimos 1 mes en Italia. Yo no tengo ballet folklórico sino que logro contactar grupos de alta calidad y armo las giras; tengo mis músicos y nos vamos. Caso concreto en 2001 llevé un Ballet de la Escuela Nacional de Maestros, en 2002 al Ballet de la Escuela Nacional de Educación Física, en 2004 llevé al Macuilxóchitl Xochipilli de la Profra. Orquidea Gessel Figueroa, con nuestra gran amiga estuvimos en Italia; mi más reciente gira fue en el año 2007 en la Republica Checa. Me siento muy a gusto. La organización de Italia IGF (Agrupaciones Internacionales del Folklor) me encargó organizar la Federación Mexicana de Agrupaciones Folklóricas; la IGF tiene federaciones en muchas partes del mundo y ya registramos la mexicana con actas estatutarias ante relaciones exteriores y así he mandado grupos de Yucatán, de Jalapa, de Querétaro, de Iguala, de México y de varios lugares. No tenemos recursos y por lo mismo selecciono calidad. El año pasado mandamos a la Escuela Normal de Saltillo. Por último te digo que hemos hecho grabaciones con canciones de mi tierra, las marchas fúnebres de Tepecoacuilco que tienen un historial legendario, te voy a hacer llegar una copia y tengo más copias para regalar a quien le guste escuchar esta música. Tengo la satisfacción de haber hecho un himno a la Escuela Primaria “Valerio Trujano” y ese es mi historia profesional y musical en la cual sigo vigente.
-Por último, ¿Quiénes componen tu familia?
-Mi esposa, Francisca Ávila González y tenemos 57 años de casados. Tuvimos 4 hijos: Martha Lilia quien fue profesora del CREN, Daniel también fue maestro de normales del DF y actualmente es Ing. en Comunicaciones en Teléfonos, Jorge Eduardo quien es Ing. Mecánico Eléctrico y trabaja en la VW de Alemania y tiene un cargo de directivo a nivel de Latinoamérica y el último Manuel, desafortunadamente falleció de un infarto cerebral, en una gira que hicimos en la República Checa el año antepasado. Fue una situación inesperada: Íbamos caminando en el anden a la media noche para subirnos al tren y de repente pegó un grito muy fuerte, cayó al piso y perdió el conocimiento. Lo tuvimos internado más de dos meses en aquél país extraño, ya en compañía de mi esposa lo canalizaron con la esperanza de que saliera del coma en que se encontraba; pero desafortunadamente no logró superar el infarto y falleció. Recibí en ese país todo el apoyo de la embajada de México, miembros del festival me hicieron fuerte para la hospitalización y ….. fue una desgracia, un trance muy doloroso para toda la familia.
-¿Nietos?
-Nietos tengo 14 y bisnietos ocho con las últimas tres (triates) que nacieron en el DF, de mi nieta, una de las hijas de Martha Lilia.
-Bueno pues la vida te ha dado cosas agradables y desagradables, también te ha brindado muchas satisfacciones, sobre todo con la música. Eres una persona muy apreciada y respetada en Tepecoacuilco, Iguala y Chilpancingo. Has vivido acompañado por el éxito y el amor de tu familia que es muy unida y quienes sufrieron un doloroso momento que los unió más con la pérdida irreparable de tu hijo en la Republica Checa.
-Profesor Manuel Ruiz, agradezco esta entrevista que aceptaste para conocer a un personaje valioso de la hermosa provincia guerrerense llamada Tepecoacuilco de Trujano, tierra de poetas, músicos e historiadores como el maestro Herminio Chávez. Muchas gracias.
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Puede consultarse en:

jueves, 5 de marzo de 2009

Jesús Samper Ahumada

A continuación trascribimos dos escritos dedicados al profesor universitario, Jesús Samper Ahumada, recientemente fallecido:
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Para Jesús Samper
Herminia C. Foo Kong Dejo.
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La noticia de tu muerte, tan repentina, tan inesperada cayó como un rayo. Me apostaba a leer en el autobús, aprovechando mi viaje semanal a la ciudad de México cuando Max Arturo me despertó de la rutina con la triste noticia de tu partida, apenas hace algunos días nos habíamos visto, ¡cuándo no! en una sesión más de trabajo académico.
Nos acostumbramos a ciertas personas y creemos que son eternas, como instantáneas en movimiento, cotidianas. Ése era tu caso, Jesús; fuiste un universitario incansable (cómo cuesta pensarte en pasado), viviste entregado a lo que más amabas, la Universidad Autónoma de Guerrero. Actor obligado en las actividades académicas más importantes de nuestra Casa de Estudios, era normal verte siempre con prisa, con el entusiasmo que te provocaba el trabajo universitario. Tu vocación y entrega despertaron siempre mi reconocimiento aún y cuando lunas ha apasionadamente ambos sosteníamos puntos de vista diferentes. Esta mutua pasión por el trabajo universitario nos fue acercando y las diferencias poco a poco dieron paso a las convergencias, al cálido reconocimiento del otro y la otra, a la suma de esfuerzos, al apoyo y la confianza. Me hubiera gustado preguntarte en vida si estabas preparado para este momento, saber más de ti, de tus gustos y penas, de tus pasiones y que tú supieras más de las mías, no se pudo; viviste de prisa, siempre pendiente de muchas cosas a la vez, querías multiplicarte y te faltaba tiempo y vida; así cruzábamos nuestro vértigo por aulas, corredores y auditorios de esta universidad que echará de menos tu palabra lúcida y tu alegría infantil. De esta universidad que está obligada a echar a volar la imaginación y la voluntad para hacer realidad el sueño de una nueva y grande Ciudad Universitaria, a la altura de nuestros universitarios, digna, como cualquier otra del mundo y abierta a los tiempos por venir, el sueño que tenemos algunos universitarios de a pie y que tú ampliamente compartías.
Cómo decirte, amigo mío, que lamentaré tu ausencia, como lamenté la del entrañable Renato por mencionar a un compañero destacado de nuestra institución que hace poco también se nos adelantó. Tu ritmo de trabajo aceleró tu partida -estoy segura y es para los que vivimos al filo del reloj una severa advertencia -lo comentaba con el Dr. Gilberto Garza-, pero dejó escuela para quienes hoy quedan con el compromiso del relevo.
Hemos llegado a una etapa en que los amigos y compañeros se empiezan a ir, es tiempo de valorarnos más en vida, de reflexión; de apretar el paso pero recordando que la pausa es parte de la música y prepararnos nosotros también para cuando debamos emprender el viaje o por lo menos considerarlo en nuestra agenda.
Descansa en paz, Jesús Samper Ahumada (+), compatriota, compañero y amigo. Hasta siempre.
Chilpancingo, Gro. 1 de Marzo de 2009.
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Jesús Samper Ahumada: un universitario íntegro
José Gilberto Garza Grimaldo
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Son las once de la mañana, llega a mí celular la siguiente noticia: “Acaba de fallecer un gran universitario y amigo: Jesús Samper…Herminia”
Debo de reconocer que me estremecí con tal noticia.
La Universidad Autónoma de Guerrero y los universitarios estamos de luto, ha partido físicamente un extraordinario universitario toda entrega y pundonor: Dr. Jesús Samper Ahumada.
No voy a resaltar en esta ocasión sus dotes extraordinarios de intelectual, ni de sus trabajos de investigación, sino, de su entrega total por sacar adelante a su Universidad.
Me parece que el Dr. Samper, con el respeto que siempre le profesé, fue un auténtico “obrero universitario”. Desde que lo conocí, año de 1981, siempre tuve información de su intensa actividad académica, a tal grado, de que la Doctora Herminia Foo Kong, cuando le llamé para darle las gracias por la información, me dice: “estoy convencida que en gran medida su partida se debe al intenso trabajo que tenía”.
Coincido con ella, y creo que todos sus amigos tendrán la misma opinión.
Extrañaré a mi amigo Jesús Samper Ahumada: no le veré más caminando constantemente por ciudad universitaria de evento a evento académico, de reunión a reunión de trabajo.
Creía en la superación de la Universidad Autónoma de Guerrero: por ella se esforzaba en todo momento. Todos estamos obligados a cristalizar su sueño.
Sus alumnos, amigos, compañeros de trabajo le decimos: Gracias maestro, por su amistad, sencillez, solidaridad, compañerismo.
En mi mente está su rostro alegre y sus palabras que siempre me decía al encontrarnos: ¿Qué tal Gilberto, cómo estás?
Hoy le respondería: Triste y orgulloso de haber sido tu amigo.
Esta tarde del 28 de febrero del 2009, tomando una taza de café, escuché en la radio la siguiente canción de Alberto Cortez, que me ha inflamado el corazón.
Cuando un amigo se va / queda un espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo. / Cuando un amigo se va / queda un tizón encendido / que no se puede apagar / ni con las aguas de un río. / Cuando un amigo se va / una estrella se ha perdido / la que ilumina el lugar / donde hay un niño dormido. / Cuando un amigo se va / se detienen los caminos / se empieza a revelar / el duende manso del vino. / Cuando un amigo se va / galopando su destino / empieza el alma a vibrar, / porque se llena de frío. / Cuando un amigo se va / queda un terreno baldío / que quiere el tiempo llenar / con las piedras del hastío. / Cuando un amigo se va / se queda un árbol caído / que ya no vuelve a brotar / porque el viento lo ha vencido. / Cuando un amigo se va / queda un espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo.
Tus amigos te decimos: ¡Hasta pronto!
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